Mobbing o acoso laboral



En la actualidad venimos observando que a los Recursos Humanos en la empresa se les concede cada vez más interés y los gerentes de las empresas se van dando cuenta de la gran importancia del factor humano para diseñar los objetivos y por supuesto, para cumplirlos. Las realaciones sociales entre los trabajadores, la existencia de un buen clima laboral, la motivación del empleado en su puesto de trabajo, la importancia que la empresa le concede, la posibilidad de rentabilizar y optimizar sus capacidades en benefico de una mayor expansión de la empresa, o venta de los productos de la misma, la correcta remuneración de su trabajo, los premios concedidos en relación a los logros o incluso a los esfuerzos de conseguirlos, etc., son diferentes variables que cada vez se tienen más en cuenta si se quiere fortalecer la empresa. Hemos de recordar que el primer cliente de la empresa es el empleado y esto por varias razones:

1º.- Es el primero que va a consumir los productos o servicios.
2º.- Si está contento venderá mejor el producto a sus familiares y amigos.
3º.- Si está a gusto con el trato recibido, venderá los productos de su empresa utilizando ese mismo trato que tienen para con él.

Hay muchos empleados que están quemados, que tienen el llamado "síndrome de burn out", y tambien ellos se pueden reciclar por profesionales de la psicología clínica, convenientemente preparados y predispuestos por la dirección de la empresa a ello. Numerosos experiementos llevados a cabo en abundantes investigaciones realizadas en el campo de la psicología nos demuestran que la frase : "la letra con sangre entra" es errónea, pues ocurre al revés: "al burro, cuantos más palos le damos, más burro se hace y menos obedece", es decir, que el castigo no nos sirve ni en la familia ni en la empresa. Lo que sí ha demostrado su eficacia es la evitación del premio, es decir, ante un comportamiento incorrecto o que contraviene las normas establecidas, ya sea en la familia o en la empresa, la ausencia del premio viene a representar un castigo suficiente. Pero el ensañamiento con la persona no nos conduce más que a crear un resentimiento y un rencor por parte del sujeto. Pero al mismo tiempo que se descubre la importancia de los recursos humanos en la empresa, o del departamento de personal como se llamaba antes, aparecen enfermedades que tratan de dañar al empleado, sujeto activo necesario para la producción. La enfermedad laboral que más se está extendiendo en estos últimos años es la que se conoce como mobbing (acosando), bulling (empujar, meterse con) o bossing (manipulando), diferentes términos que provienen del inglés pero que vienen a significar lo mismo: meterse con alguien de forma repetida y con diferentes fines. La que nos ocupa se traduce por "acoso moral en el puesto de trabajo" o "psicoterror". Se trata de perseguir a un trabajador, tratando de desmoralizarlo con el objetivo de que abandone su puesto de trabajo, lo que convierte al acoso moral en una forma de reducción de plantillas o de que abandonen la empresa determinados trabajadores que son capaces por encima de la media y que son acosados.

¿Quienes son los empleados de las empresas que habitualmente son las víctimas de este acoso moral o mejor dicho inmoral?. Son personas que ya llevan muchos años en las mismas, se conocen todos sus entresijos, no saben poner límites (están demasiado abiertos), cobran más que los empleados de reciente ingreso pero menos que otros semejantes a ellos, su experiencia es muy superior, no suelen ser dóciles, ya que al tener una capacidad por encima de la mayoría de los empleados, destacan, son brillantes en sus logros, resultados, en sus ideas, y esto puede incomodar a algunos de sus jefes, defienden sus derechos, ya que son conocedores de los mismos. Los empleados de nuevo ingreso (ya sean becarios en formación o licenciados con contrato temporal) trabajan más horas de las legalmente establecidas, así como tambien lo hacen la mayoría de los jefes y personal de dirección , bien por exceso de trabajo (como ocurre en los Bancos y Cajas) bien por una costumbre impuesta de manera velada e indirecta desde la Dirección General de la empresa. Si bien en la actualidad está primando mucho la compatibilidad vida personal y vida laboral, de manera que la valoración de un emleado ya no sea por la cantidad de horas realizadas, sino por la calidad de las mismas...

Así vemos que el perfil de víctima acosada en la empresa, y aqui no nos estamos refiriendo al acoso sexual, que a veces se da, pero es mucho menor siendo mucho más denunciable y tipificado en el Código Penal. Aquí nos estamos refiriendo al ataque psicológico, al hundimiento profesional de la víctima, al sentimiento de impotencia y sensación de manía persecutoria sufrida por el trabajador por parte de su empresa, es deicr, por parte de su "madre" o mejor dicho, "madrastra", en este caso aquella que le da de comer, que le ha dado de comer tantos años, aquella por la que él se ha desvivido (y aqui la palabra está bien empleada), es decir, ha dejado de vivir su vida entregando su tiempo, su esfuerzo, su trabajo, su dedicación, año tras año, día tras día. Esforzándosepor llegar pronto a su trabajo por si no era así, le ponían una falta, y con x faltas, tenía una falta grave, y varias faltas graves significaban el despido Esforzándose por vender los productos y ofrecer los servicios de su empresa, y aunque sabía que él estaba considerado un número, hacía bien su trabajo, pues para ello cobraba un salario. Esforzándose por poner buena cara, aunque la noche anterior no hubiera dormido, o a su hijo lo hubieran suspendido, o hubiera tenido un accidente, o su mujer o su marido le hubieran pedido la separación, porque entras cosas ya no soportaba su adicción al trabajo. Esforzándose porque no le doliera la úlceraque le había salido de comer todos los días fuera de casa, rápido, para acabar pronto su trabajo y poder descansar de la jornada tan agotadora, estresante y causante de su úlcera. Esforzándose porque no se le notara que iba a pasar toda su vida encerrado entre cuatro paredes, con luz artificial, con mala ventilación, durante diez o más horas, a costa de su salud. Esforzándose por hacer ejercicio y por lo menos ir andando a su trabajo, ya que luego no se iba a mover. Esforzándose por crear un buen clima de trabajo a su alrededor siempre que podia. Esforzándose por desarrollar su trabajo de la mejor forma posible, para hacer méritos, para que le consideren alguien importante en la empresa, para tratar bien al cliente, y que éste hable bien de su trabajo, esforzándose, esforzándose,....¿para qué?. Ya se lo habían dicho, que él no iba a heredar la empresa, que era el dueño de la misma, que no se agotara tanto, pero, ¿qué iba a hacer?... Pues trabajar de la mejor forma posible que él sabía hacer.

Y su "madrastra" con una mano le da el pan y otra le da un garrotazo. ¿Cómo se puede sentir este trabajador?. ¿Debe amar u odiar a su empresa, a su "madrastra"?. Entra así en una dicotomía, en una contradicción consigo mismo y se queda bloqueado. No sabe qué hacer, qué decir, con quien hablar. Todos los años que ha dedicado a su trabajo, a su empresa, a costa de su salud, de su familia, de su cónyuge, no le han servido de nada, pues el acosador, en este caso el Jefe de Recursos Humanos, o su compañero, o su superior (que ve que le puede quitar el sitio, o un subordinador suyo, ya se encargan de decirle que todo lo que ha hecho hasta ahora no sirve para nada, es el pasado y el pasado no existe, ahora sólo cuenta el presente. Y yo me pregunto: ¿para qué se piden curriculums a los empleados de nuevo ingreso, porqué se piden licenciados, para qué se pide personal cualificado, si todo eso pertenece al pasado?. La víctima se siente impotente y empieza a tener mareos, bajadas de tensión, puede incluso desmayarse, pues ve que no ha servido para nada todo su trabajo, toda su dedicación, todos sus esfuerzos. Se encuentra sumido en la nada, en el no ser. Su autoestima desciende por los suelos, se considera un perdedor, una piltrafa humana, que ha sacrificado los mejores años de su vida para darselos a un vampiro que le daba de comer mientras le chupaba la sangre. Y la víctima, el acosado, empieza a sentir miedo de su empresa, de sus compañeros, de su trabajo, y a partir de ahí es como se fabrica un síndrome paranoide o manía persecutoria. La empresa se ha cargado psicológicamente a un empleado, no lo ha matado, pero le ha quitado todo su empuje, su valentía, su motivación, y lo puede hundir en una gran depresión de la que le resulte dificil salir. Y eso en el mejor de los casos de que la úlcera no se convierta en un cáncer de estómago o de colon, o que de tanto fumar consiga un cáncer de garganta, o de pulmón. Hay varias empresas que tienen un 30% de muertes de su personal activo, y las causas son enfermedad psicosomáticas: cáncer, infarto, angina de pecho, úlceras, etc.

El perfil de acosador, que muchas veces es el Departamento de Recursos Humanos (o como lo llaman en muchas empresas: Recursos Inhumanos) es el de un cobarde, no da la cara, evita cualquier encuentro con´la víctima, para ello no le da cartas de amonestación (ya que la víctima no es un mal empleado, ni mucho menos, al contrario), sino que pretende hundirle por medio de difamaciones, y los que mejor se prestan son los sindicatos, que pretenden ayudar al ampleado. Para ello los enlaces sindicales mantienen conversaciones con la víctima previamente escogida por el Jefe de Recursos Humanos en una lista negra, el cual les dice que fulanito debería estar en la calle, pero que van a tener paciencia con él, ya que esta empresa es muy paciente con sus empleados, que hablen con la víctima y la avisen, que su conducta no es la correcta, que se está aprovechando de la empresa, con acusaciones inventadas, que lo único que pretenden es minar la confianza del empleado. Este acosador laboral no obtiene ninguna ventaja directa con el acoso realizado (al contrario de otro acosador que quiere pisarle la cabeza a la víctima para ponerse él más alto): le han dicho que sobran x empleados en la empresa y comienza su labor de acoso, pues alguien habrá que abandone su trabajo, evitándose pagar un despido improcedente. Lo que desconoce este acosador, es que a lo mejor él puede ser el siguiente en la lista de víctimas, él que era antes un verdugo.

Vivimos en una sociedad donde se maltrata y no se respeta al ser humano, se habla mucho de la dignidad, de la autoestima, la confianza en sí mismo, en los demás, pero en la empresa es donde más se le puede denigrar, vilipendiar, martirizar y destruir psicológicamente como individuo (aparte de su familia), y algunos posteriormente enferman, pudiendo morir antes de su edad de jubilación. Algo debe cambiar en todo este panorama si queremos que nuestra sociedad no se siga hundiendo psicológicamente como hasta ahora.

Fdo.: M. Angeles Morán (Crónicas de algunos casos de mobbing).


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